Una norma bastante sencilla consistiría en inventar un cuento, un refrán o una historia que nos ayude a memorizar datos.
También existe la posibilidad de utilizar abreviaturas, acrónimos, imágenes o números, todo vale y el lenguaje está a nuestro servicio, sólo depende del uso que nosotros queramos darle.
- Técnica de la historieta: por aquello de que un ejemplo vale más que mil palabras. Para si queremos recordar fechas, números o similar:
El agente 007 subió al avión 727. Vio una azafata de 1.80 y decidió pedir un 7 up para poder hablar con ella. Vio su reloj eran las 10. El avión aterrizaba a las 22:30, la invitó a salir y quedaron a las 23:00. Cenaron y charlaron hasta las 2 de la mañana.
- Técnica de la cadena: relacionar las palabras de un resumen o un esquema mediante una sencilla frase que crearemos. ¿Fácil no?
- Oración creativa: consiste en crear una palabra real o inventada, que nos sea fácil de memorizar, sobre un significado o contenido del tema.
Puedes ver ejemplos prácticos de estas y otras técnicas en el vídeo que hemos preparado para ti:
Si lo anterior no funciona, siempre se puede recurrir al clásico de prever las preguntas del profesor.
Según vayamos estudiando, podemos plantearnos cuál sería el examen que
nosotros pondríamos en el caso hipotético de invertir las profesiones. Hablar con compañeros
nos puede ayudar a ello. Y sobretodo, si asistimos a las clases, el
profesor suele dar pistas o hacer especial hincapié en algunos
conceptos o temas determinados: repite insistentemente, utiliza la
pizarra, se cerciora de que algo quede claro, etc.
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